
IDOLOS Y MODELOS A SEGUIR
La definición de modelo en el diccionario es la siguiente: arquetipo o punto de referencia para imitarlo o reproducirlo. Este significado esta destinado a modelos de arquitectura o de arte, pero sucede exactamente igual con las personas. Hoy en día todo el mundo tiene modelos a seguir y personas a las que considera sus ídolos. Para bien o para mal existen individuos por los que sentimos plena fascinación. Son estos hombres o mujeres los que queremos imitar. Llamamos ídolos a todas aquellos de los cuales envidiamos (de una manera sana) una o varias de sus cualidades. Son gente que, a nuestro parecer, son mucho mejores en algún sentido que el resto.
Hay todo tipo de ídolos y modelos a seguir. Casi todos tenemos ídolos deportivos (quien no quisiera tener la habilidad de Messi o la puntería de Navarro) así como un modelo a seguir en nuestra vida personal (nuestro padre, nuestro vecino, nuestro amigo o incluso algún personaje conocido). También existen ídolos por su fama y su vida social ( todos queremos dinero, chicas y acudir a fiestas) o simplemente modelos a seguir únicamente por su constancia, trabajo y por alguna característica física y personal a nuestro parecer envidiable. Los ídolos son cosa de pequeños, de jóvenes y de adultos. Frases como: “Ojala fuera como ese niño del colegio dos cursos mayor que salta tanto”, “quien fuese ese colega de universidad que consigue ligar con todas las chicas” o “menudo envidia el vecino que con el sueldo que tiene conduce esa pedazo de moto” son características de nuestra vida. Los modelos a seguir pueden ser tanto masculinos como femeninos (ese chico que canta tan bien o esa mujer que ha llegado tan lejos en el mundo de los negocios que le pertenecía a los hombres). Cada persona tiene su propia figura a la que idolatra y en la que se fijará para llegar a ser el hombre o la mujer que será en el futuro.
Pero los ídolos no son perfectos. No siempre hacen lo correcto. El problema de creer perfecto a alguien, es que no lo es realmente. A veces estamos tan cegados por la fascinación, que no vemos el error que nuestro héroe esta cometiendo. Podemos, como ser humanos que somos, cometer el fallo de fijarnos en la persona equivocada. EL problema, es cuando no nos damos cuenta de que eso ocurre. Podemos llegar a tener una conducta negativa sin ver que lo es, por el simple hecho de que es la misma que tiene nuestro ídolo. Los niños hacen travesuras porque lo hacen lo superhéroes de la tele, los adolescentes beben porque lo hacen sus amigos y los adultos pueden creer algo erróneo porque lo dice el líder del partido al que están afiliados.
A veces es cierto, que ocurre que ese ídolo te decepciona. Te invade la desilusión y sientes que todo en lo que creías es falso, que el mundo es un asco y que todo esta lleno de puro egoísmo y maldad. Es cuando uno cae en la imperfección del mundo. Pero cuando se cierra una puerta otra se abre a su vez, y es entonces cuando aparece otro modelo a seguir. Otra persona que hasta ahora tal vez te parecía invisible o normal y ahora pasa a ser excepcional, volviendo la vida a su cauce. Lo que esta claro es que los ídolos son algo común y necesario. Todos necesitamos un modelo a seguir